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Mitos y Leyendas: «La Carona» las sirenas del Orinoco

Las sirenas son las criaturas mitológicas más antiguas ¿quién no ha oído o leído de las sirenas? ¡hasta películas han hecho! Sin embargo -aunque no lo creas-, la región guayanesa no escapa de estas leyendas, los pescadores y lugareños de Ciudad Bolívar aseguran que las aguas del río Orinoco hay sirenas.

Los lugareños advierten a todo aquel que se dirija a la desembocadura del río Caris, en el río Orinoco -cerca del pueblo Soledad- que deben tener cuidado, porque en sus aguas rondan sirenas, conocidas como «La Carona».

Foto: Daproli.wordpress.com

«La Carona» o sirenas del Orinoco, son hermosas mujeres que hechizan a los marineros, que encuentran la muerte al escuchar su canto, dulce, melodioso y seductor, pero mortal.

Por: Daren Horley.

La leyenda dice que, si les caes en gracia, la pesca será increíble ese día y te darán su bendición, pero si no, te espantarán con remolinos, estremeciendo la embarcación y haciéndote volver al lugar aterrorizado o peor, te arrastrarán a las profundidades del río Orinoco con ellas.

«La Sirena» del director Svyatoslav Podgaevskiy.

Dos pescadores fueron testigos de su encuentro con las sirenas del Orinoco, Vicente Reyes y Tortoleno.

En las aguas del río Orinoco, Vicente Reyes encontró una sirena. Reyes solía pescar en los cauces del río Caris, un lugar rico para la buena pesca y en uno de esos días de pesca se percató que entre las aguas nadaba una hermosa criatura, mitad mujer y mitad pez, la famosa «La Carona».

Por: Nina Y.

Pero, Vicente Reyes estaba preparado, sabía que «La Carona» ejercía su hechizo marino solamente cuando el hombre regaba en las aguas varias gotas de anís -como una ofrenda- y así lo hizo. ¿Su recompensa? La mejor pesca de su vida.

En cambio Tortoleno, no tuvo la suerte de Vicente Reyes. Tortoleno no creía en «La Carona» y un día llegó a los cauces de Soledad, en el río Caris, y no compartió con la sirena un poco de su aguardiente, lo próximo que sintió el pescador fue un jalón violento a su canoa que la hizo voltear y el terror se apoderó de él.

Tortoleno nunca más volvió a salir de pesca sin darle una ofrenda a «La Carona».

 

Hasta hoy, muchos marineros mantienen esta tradición con el anís en las aguas del río Orinoco, no quieren hacer enojar a «La Carona» ¿te atreverías a buscarla?

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Publicado por MVargas

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