Las recetas de las abuelas son conocidas mundialmente por ser propias de sus inventos y estar repletas de amor y excentricidades.
En Venezuela, las recetas de la abuela tienen una connotación más antigua. Al ser una tierra de descendencia indígena, muchas de estas mezclas están basadas en nuestros antecedentes históricos, aplicándose a la hora de cocinar, de preparar una merienda y hasta en la elaboración de medicina casera.
Además de esto, la abuela venezolana posee un grado de extravagancia que quizás ninguna otra abuela del mundo conozca. Para comprobarlo, he aquí una lista de remedios que seguramente te recomendó y aún te recomienda tu querida abuelita:
1. Pepsi con limón
Por más extraño que sea, esta mezcla no puede faltar a la hora de un malestar estomacal. Un vaso de Pepsi o Chinotto con dos dedos de zumo de limón, te ayudarán a afrontar cualquier problema.
2. Cogoyos de guayaba
Las ramas de la mata de guayaba tienen un nudo al que se le llama cogoyo, este nudo se hierve, se refresca y el agua que resulta de esto, es un remedio infalible para acabar con la diarrea.
3. Miel con bicarbonato y limón
Los dolores en la garganta son muy comunes, así que para combatirlo las abuelas preparan en un recipiente pequeño (como una taza de café): un dedo de miel de abejas, medio limón o uno entero dependiendo de que tan agudo sea el dolor y media cucharada de bicarbonato. Posteriormente se mezcla, la abuela se coloca un algodón en el dedo más largo y lo introduce en la garganta aplicando el remedio.
4. Mantequilla con sal
Es prácticamente inevitable que la niñez no esté acompañada de golpes y caídas, pero para bajar la hinchazón de las contusiones, la abuela venezolana tiene la fórmula ideal, la cual consiste en colocar mantequilla con sal en la zona afectada.
5. Aceite con sal
De tanto comer dulces seguramente alguna vez te dolió la barriga. Sin embargo, unos buenos masajes de aceite con sal son el mejor remedio alternativo.
6. Hierba de sapo
Para las amígdalas inflamadas, las abuelas más tradicionales recurren a la madre naturaleza y toman de ella una planta similar al popular corocillo, la colocan en agua hasta hervir y posteriormente se espera hasta refrescar. Al estar fresco, se hacen gárgaras al menos tres veces.
7. Ajo
Para los nietos más intranquilos cuyas travesuras ocasionaban asma y dificultades para respirar, las abuelas siempre tenían un diente de ajo para que estos lo masticaran y los ayudara a respirar mejor. Picante, pero efectivo.
8. Ralladura de Cebolla
Sí te quemaste en tus primeros pasos como cocinero, seguramente tu abuela ralló cebolla y la aplicó sobre la quemada como una pomada para que no se hiciera una ampolla.
9. Té de toronjil
Aunque es rara la migraña en los niños, sí tus padres o tíos sufrieron de dolor de cabeza, el remedio pertinente era una taza de té de toronjil, que no consistía en más que: tomar unas ramas de toronjil del huerto de la casa y hervirlas, para luego agregar azúcar al gusto.
10. Té de anís estrellado
Los gases y cólicos siempre han sido de los malestares más tediosos, pero nada que no pueda solucionar un té de anís estrellado y algunas palmaditas en la espalda.
11. 1, 2, 3, traga
El hipo es algo bastante usual sobre todo en los niños, es por ello que las abuelas inventaron un método único y divertido para quitarlo. El primer paso de este procedimiento es tomar un trago de agua y mantenerlo en la boca, el segundo es esperar que tu abuela diga tu nombre y te ordene tragarlo, y el tercer paso es contar hasta tres lentamente y tragarlo. Puede ser placebo, pero lo cierto es que si funciona.
12. Cruces en las picadas
Al ser un país tropical, los zancudos y hormigas se encuentran presentes en el día a día del venezolano, así que para las picadas de estos insectos, nada era mejor que hacer una cruz con las uñas sobre la roseta para aliviar la picazón.
Así son las abuelitas ¿qué haríamos sin ellas?
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