El arroz es uno de los cereales más populares en la cocina y sí, es considerado como el alimento más básico. Muchas personas lo utilizan diariamente, sirve para realizar distintos y variados platos , es un contorno esencial en la gastronomía internacional, pero ¿sabías qué no solo sirve para la gastronomía?
Más allá de las funciones que este tiene en la cocina, el arroz tiene más de un uso que te ayudará en tu vida diaria. Aquí te dejamos una lista de todo lo que puedes hacer con el arroz y seguro no sabías:
1. Acelera el tiempo de maduración de las frutas
Coloca la fruta que desees madurar en un bolsa llena de arroz crudo y ciérrala. Colócala en un lugar con temperatura fresca por 1 o 2 días máximo, para que no se pase de madurez.
2. Combate la oxidación
Llena un recipiente alto con arroz crudo y tendrás un recipiente para cuchillos y cubiertos para sostenerlos. El arroz absorberá la humedad y los protegerá de la oxidación.
3. Reparador de teléfonos
Si tuviste un accidente y tu teléfono cayó al agua, llena un recipiente con arroz crudo, quítale la batería y la carcasa a tu móvil e introduce todo en el mismo recipiente bajo el arroz. Cierra el recipiente y déjalo así por unos días.
4. Como medidor de temperatura
Si necesitas saber si tu aceite está en el punto que deseas, utiliza el arroz. Arroja unos granos en el sartén y si se hunde, aún está frío, pero si flota, es que está comenzando a freírse, y por ende, ya el aceite está caliente.
5. Como relajante
Si sufres de estrés, toma una media que ya no uses y coloca arroz dentro de ella, hazle un nudo a la media y ya tendrás un suave depurador de estrés que puedes tener en tus manos.
6. Almohadilla térmica
Si sufres de dolores en los músculos o los huesos y hasta en la cabeza, puedes emplear el arroz para consolarte. Al igual que en la elaboración anterior, toma una media e introduce arroz en ella, hazle un nudo y meterlo por varios segundos al microondas y tendrás una almohadilla térmica para colocarla en las zonas afectadas.
7. Limpiador Facial contra impurezas
En un recipiente hondo, vierte una taza de arroz o lo que vayas a cocinar, luego echa un poco de agua en el recipiente. Lava el arroz por unos minutos hasta que el agua esté blanca, toma una tasa y vierte el líquido. Déjalo enfriar por varias horas y antes de dormir lava tu cara con el agua. Déjalo secar y quítatelo la mañana siguiente.
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