¡Basta de quedarte dormido! Aprende a evadir el sueño en las mañanas

A muchas personas se les dificulta dormir por las noches, pero les es aún mucho más difícil despertar en las mañanas. Este conflicto existencial es ocasionado mayormente por una rutina repleta de malos hábitos. Este problema puede causar complicaciones, tales como llegar tarde al trabajo o la escuela, quedarse dormido durante el día y no poder obtener un sueño reparador con regularidad.

Por ello, sí sufres de insomnio y necesitas enfrentarte a una dura rutina por la mañana y ¡no puedes por nada del mundo seguir quedándote dormido!. Estos trucos te ayudarán a levantarte quieras o no quieras:

1. Dile NO al botón de Posponer

Sí, es inevitable no querer dormir cinco minutos más. Lo que sucede con estos cinco minutos, es que el cerebro aún dormido lo asemeja como mucho más tiempo y se sumerge en un sueño profundo. Por ello, deja sonar la alarma hasta que logres despertarte por completo. De ser posible, consigue un despertador que no tenga la opción de posponer la alarma, o desactívala en el que ya tengas.

2. Coloca el reloj despertador en un lugar difícil de alcanzar

Así cuando este suene, se te complicará apagar la alarma y tendrás que levantarte para callar a este ruidoso amigo. Con un poco de fuerza de voluntad, aprovecharás el ya estar de pie para no volver a la cama y así continuar con tu día.

3. Coloca una alarma extra en tu televisor

Si consigues callar tu alarma, un segundo aviso de que debes despertar se encenderá. Además, probablemente, la luz que emana la pantalla de la TV te molestará y evitará que continúes durmiendo.

4. Prepárate psicológicamente

Coloca tu despertador a sonar unos 30 minutos antes de la hora en que realmente debas levantarte. El despertar antes te mantendrá atento y te hará contar los segundos uno a uno hasta que llegue la no ansiada hora de empezar el día.

5. Despierta por ti mismo

Para lograr despertar a la hora indicada se requiere de mucha práctica, además, de un ajuste de hábitos y rutinas. Despierta por un periodo de 21 días (tiempo suficiente para que el cuerpo asimile un hábito) a la hora que generalmente debes levantarte y verás que próximamente podrás hacerlo sin ayuda del despertador y que también, dejarás de luchar contra el sueño en la mañana.