Karina Freites Monaca es una artista a carta cabal. Se volvió viral a inicios de año, en redes sociales, al pintar a Juan Guaidó, en uno de sus famosos billetes intervenidos.
Convencida de la función del arte y además con un mensaje contundente sobre lo que pasa en Venezuela, su trabajo alcanzó nivel de polémica al intervenir los billetes venezolanos -que tienen cada vez más, menos valor, por la crisis que atraviesa el país- y usarlos como lienzos para mostrar a personalidades criollas que, a juicio de la artista, deberían estar en ese papel por ser embajadores de la nación.
Es así como artistas, cantantes, agrupaciones y hasta personajes de la historia y los símbolos naturales de Venezuela han logrado un lugar en esta propuesta artística.
En este formato la creativa también ha plasmado figuras de la cultura pop como Gustavo Cerati, Freddie Mercury y Canserbero.
Los billetes también se han convertido en stickers y en reproducciones impresas con las que ha «empapelado» no solo «La Ciudad de la Furia», sino además el mundo de los medios digitales.
La joven artista reside en Buenos Aires, Argentina, desde donde trabaja para el arte y usa la redes sociales como vitrina para exhibirlos y además anhela un país en el que exista real libertad de expresión tanto en los medios como en el arte.
Conversamos con ella y esto nos comentó:
¿Cómo fue el proceso de emigrar?
-El proceso migratorio fue un cambio del cielo a la tierra. Yo estudiaba Artes Plásticas, también daba clases de dibujo y pintura, entonces yo estaba tranquila en mi rutina. Pero sentí que yo podía dar más y que donde estaba era un punto en que ya no podía seguir subiendo, no podía seguir explorando otras cosas, porque sentí que ya lo había hecho todo.
-Entonces, yo dije tengo que salir, además que la situación país, que no era tan horrible como es ahora, igual estaba afectando muchísimo.
-Dije, yo tengo que lanzarme, tengo que intentarlo. (…) Llegué a Buenos Aires, el primero de octubre de 2016, entonces pasé de estar en mi casa tranquila, a un departamento sola, buscando trabajo. Sola en una ciudad, es muy complejo. Pero no me arrepiento de nada. Es que me parece una experiencia extraordinaria, me ha dejado mil trillones de enseñanzas, siento que soy una persona totalmente diferente y madura.
¿Hace cuánto iniciaste en el arte?
-Yo empiezo mas o menos a los 12 o 13 años. Empecé dibujando a mis artistas favoritos Kurt Cobain, Jim Morrison pero usando una técnica de stencil. Era como hacer la silueta, empecé haciendo siluetas hasta que poco a poco fui perdiendo el miedo al trazo, el miedo a intentar profundidades.
A esa edad también intenté hacer paisajes (…) abarcar todos los estilos posibles.
¿Cuándo comenzaste a intervenir los billetes?
-Yo empiezo a intervenir los billetes cuando estaba más o menos en cuarto año de bachillerato. Yo estaba en clases de Física, me acuerdo, y no estaba prestando atención claramente, estaba en un mundo paralelo (Ja, ja, ja).
-Y me pongo a pensar, tenía un billete de Bs. 2 en la mano y digo, ¡Coye! No puede ser que yo con esto no puedo pagar un pasaje de camionetica completo. ¡No puede ser! (…) Entonces allí empezó como una protesta pacífica, ¿por qué esto no vale? ¡Vamos a darle el valor! ¡Vamos a revalorizarlo! Empecé pintándolos en ese momento con bolígrafo, hasta que poco a poco fui poniéndole acrílico. Y ahora estoy en óleo.
Encontraste tu sendero…
-Fue como un proceso de descubrimiento del manifiesto, de lo que quiero dar a entender (…) No es que simplemente me quedé sin lienzos y estoy pintando en billetes ¡Para nada! Es una cosa bien profunda y me parece que tiene sentido.
-Porque la calidad de los billetes de nosotros es buenísima, es una cosa durísima, los billetes de acá, perdón, son súper suavecitos, son de calidad inferior, siempre están rotos. Pero tú ves los billetes de Venezuela, que son de la camada del 2008 y estamos en 2019 y están bien. Ver eso, que el trabajo del papel moneda es más costoso que su valor per sé, es triste. Peor es ver la decadencia de la moneda, de nuestra economía. Entonces eso es lo que yo quise hacer, quise hacer una protesta.
-También hubo gente, obviamente, que me quiso demandar al Banco Central de Venezuela. Yo me acuerdo que cuando publiqué mi primer billete lo puse en mi Facebook y en mi Instagram y hubo gente que me dijo que yo conozco gente del Banco Central, que estás ensuciando la memoria de Francisco de Miranda, porque era el billete de Bs. 2. Igual no me importó, porque es mi lenguaje plástico. Y me da mucha risa porque esa gente ahora me felicita por mis billetes.
¿Cómo se dio la oportunidad de compartir con Guaidó?
-A principio de año, tuve la oportunidad de conocer a Guaidó, porque yo hice un billete de él y se hizo súper viral y llegó a las manos de la familia de él. Me dijeron: oye ¿cómo podemos hacer para conseguir el billete? ¡Yo impresionada!, fue un shock impresionante.
-Nos pusimos en contacto. Cuando él vino para acá para Argentina, nos reunimos, le pude dar el billete. También le hice uno de regalo de Francisco de Miranda, que le encanta.
¿A qué otras personalidades has pintado?
-También pinté a Laura Guevara, que es una cantante venezolana, le encantó. Espectacular la vibra de ella y pinté a La Vida Boheme, los muchachos agradecidos, también he tenido la oportunidad de encontrarme con ciertas personalidades: Viniloversus, Dross, un youtuber súper famoso venezolano, Marisa Román. Es una manera de expandirme; de mostrarles lo que hago y el por qué. Es bonito llegar al cometido.
¿Has participado en exposiciones?
-Sí, de inmediato cuando comencé a hacer los billetitos en bachillerato, salió una exposición llamada Fit, Festival Imaginario de humanidades, una cosa espectacular, era en un colegio , había infinidades de artistas en todas las áreas.
-Me sentí genial porque era la primera vez que exponía los billetes y también expuse algunas fotos. Expuse algunas pinturas que he hecho, no muy diferente a mi estilo: el Ávila, Salto Ángel, todo ligado con mi identidad. Y acá en Argentina he expuesto tres veces, el año pasado 2018.
-A los argentinos les ha encantado, no pueden creer que el billete sea de verdad y les cuento que con esto antes tu ibas al quiosco y tú pagabas. El argentino es súper dado.
¿Cuál es el mensaje que quieres dar con tu arte?
El mensaje principal para mi se divide en tres factores: primero ver nuestra identidad como venezolanos. Por eso es que intento también pintar a personajes importantes, por ejemplo pinté a Renny Ottolina, que es un personaje importantísimo del siglo XX en la cultura venezolana, a La Vida Boheme, Laura Guevara.
¿Cómo fue el proceso de emigrar?
-Representan un tipo de prócer, un próceres artísticos que dan su batalla desde su perspectiva. Entonces es también como darle un campo a ellos en nuestra moneda. Por ejemplo, México tiene a Frida Kahlo en uno de sus billetes; es lindo darle reconocimiento a ellos también. A nuestros paisajes.
-También recuperar nuestra economía, es totalmente imprescindible, por eso es que es este proyecto, es su génesis, donde nace, recuperar lo que fuimos, esa economía fuerte que una vez tuvimos. Y recuperar nuestra libertad: sueño con volver y no tener que usar pacas y pacas de plata para comprarme una chupeta. No tiene sentido ser gobernados por una serie de corruptos que no entienden los problemas comunes. Quiero hacer dedo en la llaga de esa realidad.
En pie de lucha
-Una vez me mencionaron de un ministerio del poder popular para no sé qué y yo dije: ¡ay ya me vieron estos chavistas y me van a mandar a buscar con el Sebin. Pero eso es lo que quiero que vean mi mensaje. Hacerles temblar los cimientos. Es lo que quiero. Quiero ser como una Banksy venezolana. Quiero hacer un cambio y quiero empezar yo misma.
Para conocer más de la artista en Instagram: @rubbycobain
Por Juan Manuel Carvajal / [email protected]
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