Pintó un cuadro con la sangre de su víctima, tras comérsela

Algunos artistas son extravagantes y excéntricos ¡pueden pintar un cuadro con cualquier cosa! por ejemplo la británica Millie Brown vomita pintura o Chris Trueman, el estadounidense que pinta con hormigas muertas, sin embargo, hubo uno que fue más allá de lo normal. Este jueves 5 de abril, la agencia gubernamental de Venezuela, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penal y Criminalísticas (Cicpc), arrestó a un hombre que mató, se comió parte del cuerpo de su víctima y utilizó su sangre para pintar cuadros.

Luis Alfredo González Hernández, apodado como el «artista antropófago», fue detenido por el asesinato de un hombre en el estado Miranda, dentro de la finca propiedad de su víctima, a las cercanías de la ciudad de Caracas. González tras asesinar a su víctima, la descuartizó, comió parte de su cuerpo, utilizando después su sangre y cenizas como material para pintar cuadros.

Las autoridades dieron con el asesino, debido a diferentes denuncias de personas desaparecidas en el organismo. El director del Cicpc, Douglas Rico, informó a través de las redes sociales, el arresto del asesino y que había admitido el asesinato. Según la averiguación preliminar: «La víctima había contratado al joven para servicio funerario, el cual consistía en darle muerte, comer parte del mismo y con su sangre y cenizas hacer pinturas en lienzo (hechos con osamentas)».

Además, informó que dentro de la finca se encontraron documentos de personas ajenas al lugar y verificarán si éstas han sido reportadas desaparecidas, por lo que, comenzaran las investigaciones pertinentes en los cuadros encontrados en el lugar, ya que aún no descartan que también fueran asesinadas con el mismo modus operandi.

Este no es el único caso de canibales en Venezuela, en 1999 se detuvo al asesino en serie José Dorangel Vargas, mejor conocido como el «Comegente», un indigente que cazó y mato al menos 40 personas para comérselas. Actualmente, cumple la condena máxima de 30 años.

Tal vez esto te recuerde el famoso personaje de Anthony Hopkins, el «Dr Hannibal Lecter», de El silencio de los Inocentes 1991, un hombre culto que comía carne humana, pero en ocasiones la realidad supera a la ficción.