La mesa navideña venezolana está llena de deliciosos platillos que cada año las familias, pese a la situación con los alimentos, se esmeran por tener en sus encuentros 24 y 31 de diciembre.
Todo es grande, con muchos sabores y con una sola intención: compartir. A continuación un top de opciones deliciosas para comer o beber en Navidad:
#1. Hallacas
Nadie sabe con exactitud su fecha de nacimiento, pero quien la prueba jamás la olvida. No es un tamal aunque la forma de cocinarla es la misma. La hallaca venezolana se hace con una bolita de masa de harina de maíz, bien extendida sobre hojas de plátano. Allí se rellena con un delicioso guiso que combina tres tipos de carne: res, cerdo y pollo. Se sazona con las especias al gusto y, muy importante, se añade al guiso cocido ají dulce, cebolla, cebollín y ajoporro. Se le añade además alcaparras, aceitunas y uvas pasas.
Según la región de Venezuela tiene variantes como el huevo, la papa, el pimentón y hasta garbanzos. Se dice que es una comida de la época de esclavos en la que se mezclaba los restos de la mesa de los blancos ricos -por eso la presencia de pasas y aceitunas, y la carne- con el maíz al que si tenían acceso ¡así nació!
Al abrir una hallaca se siente el aroma de la hoja de plátano que impregna la masa de una nota especial ¡deliciosa!
#2. Pan de jamón

Es uno de los contornos del plato navideño criollo junto a la hallaca y la ensalada de gallina. Es un delicioso pan relleno de jamón, tocineta, aceitunas rellenas y pasas. Al cortarlo se presentan hermosas piezas al estilo serpentina en el que se ven los diferentes colores de los ingredientes.
Hay gente que ama el pan de jamón, pero lo primero que hace -muchos también lo hacen con la hallaca– es ¡sacarles las pasas y las aceitunas! Argumentan que solo les gusta que «deje» el sabor, pero no les gusta comerlo con el pan. Hay otros que solo lo cortan y degustan su pan de jamón «con todo».

Lo cierto es que nadie puede comerse solo una pieza, mínimo dos «rueditas» de este pan.
#3. Ensalada de gallina

Las verduras frescas no faltan en este plato navideño. Lleva zanahorias, papa, guisantes y gallina -en su defecto pollo, preferiblemente pechuga- «mechada». Dependiendo de las familias tienen varios trucos para darle más sabor. Hay gente que prepara aderezos especiales o le añaden mayonesa. Rallar una cebolla para avivar los sabores es otra de las alternativas.
Hay gente más extremista: le echan manzana verde cortada en cuadritos y hasta pasitas sueltas.
#4. Torta negra

Cada familia dice tener su secreto. Es un ponqué con papelón y muchas especias: canela, frutas confitadas, clavos de especies. es una de las alternativas para servir cuando a quien visite la casa en tiempos de Navidad. Es ideal para tomar con café o con un ponche. Con la torta negra pasa algo en particular: no a todos les gusta.

En algunos hogares criollos por la influencia de colonias italianas se acostumbra también comer panettone, que puede ser de chispas de chocolate o frutas confitadas. Los postres de chocolate estilo «troncos» de Navidad, «brazos de gitano» y otros, son comunes.
#5. Dulce de lechosa

Las abuelas tienen sus recetas y se dice que quien lo prepare debe hacerlo solo para que pueda quedar en su punto, por aquello de «muchas manos en el caldo, lo ponen morao». La lechosa o papaya verde se pela y se corta en tiras, que luego se llevan al fogón con agua, papelón, clavitos de especia y «guayabita».

Hay quienes lo combinan con otras frutas como naranja o piña. El melao que le queda es delicioso para comer con pan.
#6. Ponche crema o leche de burra

Por mucho tiempo se pensó como una bebida en su mayoría para mujeres, por el estilo delicado que presenta y como oculta el licor. Ahora, el ponche de crema es para quien quiera tomarlo. Eso sí, que dulce sabor no confunda, unos tres vasitos de la bebida ya podrían encontrarlo en el centro de la pista dando sus mejores pasos de baile.
El ponche es una bebida a base de ron blanco que puede hacer con huevos, leche condensada, leche líquida y hasta ralladura de limón y un toque de canela o nuez moscada. Hay quien también lo hace con flan de sobre. Cuando queda con una presentación más liquida suele recibir el nombre de «leche de burra».

Se sirve en un vaso con hielo. Tiene cientos de fanáticos.
#7. Ron de ponsigué
Se toman una buena cantidad de frutos de la mata de ponsigué maduros, se colocan dentro de un botellón, se aplica uno o dos litros de ron y se deja macerar. Mientras más tiempo pase, mejor. El licor tiene un sabor frutal y un alto grado de alcohol.
Se suele tomar el «shot» seco, o como base para cocteles o hasta en postres.
Por Juan Manuel Carvajal
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